El Departamento de Agricultura de los EE. UU. (USDA) anunció el 27 de agosto que aprobó la característica de tolerancia a la sequía HB4 de Bioceres en el trigo, allanando el camino para su cultivo en los Estados Unidos. Sin embargo, US Wheat Associates (USW) advirtió que aún podrían pasar varios años antes de que la HB4 genéticamente modificada se comercialice en los Estados Unidos, ya que hay varios pasos más que dar, incluida la necesidad de realizar ensayos de campo en sistemas cerrados antes de la comercialización.

Los productores de trigo y otras partes interesadas clave elogiaron la decisión del USDA.

“En cualquier parte del mundo donde se cultive trigo, la sequía afecta negativamente a los rendimientos y la calidad, por lo que una innovación como la HB4 resulta muy interesante para los productores como yo”, afirmó Mike Peters, de Okarche, Oklahoma, expresidente de USW. “Con la demanda mundial de trigo alcanzando nuevos récords casi todos los años, existe preocupación por la producción variable. Un rasgo tolerante a la sequía ofrece una producción más estable y sostenible. Al mismo tiempo, es importante que los clientes que tienen preferencias de compra específicas comprendan que la industria apoya su capacidad para comprar el tipo de trigo que desean. Esa sigue siendo nuestra política después de más de 16 años”.

USW afirmó que seguirá monitoreando los planes de comercialización de Bioceres para garantizar una gestión cuidadosa y la alineación con los “Principios de la industria del trigo para la comercialización de biotecnología” desarrollados conjuntamente con la Asociación Nacional de Productores de Trigo (NAWG). En línea con los principios de comercialización, USW y NAWG afirmaron que su apoyo a HB4, y a cualquier comercialización de trigo transgénico, está vinculado a que la empresa tecnológica “reciba la aprobación regulatoria en los principales países importadores que representan al menos el 5% del volumen promedio de exportación de trigo de EE. UU.”.

La empresa argentina Bioceres señaló en un comunicado de prensa publicado en su sitio web que Estados Unidos es el cuarto mayor productor de trigo del mundo (el mayor de las Américas) y el cuarto país del mundo en dar luz verde a la producción de trigo HB4, después de Argentina, Brasil y Paraguay. Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Nigeria, Tailandia, Indonesia, Colombia y Chile ya han aprobado la tecnología para su uso en alimentos y piensos.

“En Australia, una importante zona productora de trigo cada vez más propensa a sufrir déficits hídricos, la empresa recibió recientemente una licencia para realizar ensayos de campo a fin de recopilar los datos necesarios para una posible aplicación en producción”, afirmó Bioceres.

Peter Laudman, director de política comercial del USW, dijo que Bioceres ha establecido un diálogo productivo con el USW.

 “Valoramos que la empresa comprenda la importancia de nuestros principios conjuntos en la industria del trigo”, afirmó Peter Laudeman, director de política comercial de USW. “Viajé con productores a Argentina para ver el trigo HB4 en el campo y quedaron impresionados por su desempeño. Creemos que esta característica representa una buena ciencia con potencial positivo para mejorar la seguridad alimentaria de una manera más sostenible”.

Jane DeMarchi, presidenta de la Asociación de Molineros de América del Norte (NAMA), dijo que contar con trigo tolerante a la sequía que utilice el rasgo HB4 podría ayudar a enfrentar los desafíos de suministro global. Dado que los molineros son un eslabón vital en la cadena alimentaria entre los productores y los consumidores, DeMarchi dijo que a medida que avanza la tecnología HB4 o cualquier otra tecnología de trigo biotecnológico, es imperativo que las empresas consulten con la NAMA y sus miembros durante el proceso de desarrollo “para discutir los planes de administración, las aprobaciones regulatorias y los detalles de cualquier cambio adicional que altere las características nutricionales o funcionales del grano en comparación con las variedades convencionales”.

“Los molineros y otros actores de la cadena de suministro de trigo necesitarán tecnologías de prueba disponibles comercialmente para el rasgo HB4 a fin de garantizar la transparencia para los consumidores”, dijo DeMarchi.

Todavía no está claro hasta qué punto el público está dispuesto a consumir productos elaborados con trigo modificado genéticamente. Como el trigo es un cereal que los seres humanos consumen directamente, a diferencia del maíz y la soja, que se utilizan principalmente en la alimentación animal, algunos consumidores están firmemente atrincherados en su postura contraria al trigo modificado genéticamente.

Sin embargo, una encuesta realizada hace varios años por ABIMAPI, asociación que representa a los fabricantes de galletas, pastas, pan y pasteles de Brasil, arrojó un resultado sorprendente: cerca del 70% de los consumidores brasileños dijeron que no tenían preocupaciones con respecto al trigo genéticamente modificado.

Federico Trucco, director ejecutivo de Bioceres, dijo a World Grain en una entrevista en 2022 que los resultados de esa encuesta “ayudaron a cambiar la posición de grupos clave que históricamente rechazaban los transgénicos en el cultivo. Con esto no estamos diciendo que el trabajo esté hecho; está lejos de estarlo. Pero obviamente estamos encantados de ver este progreso y muy orgullosos de nuestro liderazgo global en este frente”.

DeMarchi dijo que NAMA ha respaldado firmemente la capacidad del consumidor de comprar alimentos en función de sus preferencias personales.

“La NAMA respaldó la posibilidad de que los consumidores puedan comprar alimentos según sus preferencias personales y apoya la legislación que se convirtió en ley y que exige el etiquetado de los productos que contienen alimentos transgénicos”, afirmó.