20 de septiembre de 2024 14:16 PM
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Detalles del Systems Approach para la uva de mesa chilena

Para la uva de mesa chilena, Estados Unidos representa cerca del 50% de los envíos. Así lo demuestran las cifras de las exportaciones de 2023, año en que los envíos totales de la fruta alcanzaron 905 millones de dólares, con el mercado norteamericano concentrando 431 millones de dólares.

La industria chilena ya comienza los preparativos para iniciar la temporada, con la implementación del Systems Approach para la uva de mesa chilena que beneficia a la fruta que se produce en las regiones de Atacama y Coquimbo, y parte de la región de Valparaíso.

Cabe recordar que este protocolo reemplaza la fumigación con bromuro de metilo por medidas de mitigación en origen, promoviendo la calidad y condición óptima de la fruta, fortaleciendo la competitividad frente a otros proveedores del hemisferio sur en el mercado estadounidense.

En ese contexto, Frutas de Chile realizó un webinar sobre la implementación del Systems Approach. El encargado de iniciar la presentación, fue el gerente general de la institución, Miguel Canala-Echeverria quien indicó que es un tema de mucha relevancia para el sector, pero fue claro al decir que no es lo ideal, ya que dejo algunas zonas fuera del sistema: “Eso es un trabajo que está pendiente y nosotros estamos muy conscientes de que vamos a tener que buscar algún mecanismo de poder ir incorporando este tema”.

Agregó que es muy importante la responsabilidad de la industria para hacer las cosas bien, “porque el destino de este sistema va a depender de que nuestro trabajo esté bien hecho y poder, en consecuencia, avanzar en expandir este sistema hacia otra zona o buscar mecanismos que permitan ir hacia una liberación de huertos”.

El gerente general de Frutas de Chile explicó que están trabajando hace bastante tiempo para poder contar con las instalaciones que requiere el sistema. “Aquí hay dos instalaciones que se van a poner a disposición del sector, en la zona de Copiapó, que esperamos se encuentre operativa a partir del 15 de noviembre y otra instalación en la zona Coquimbo, que ya está operativa y lista para recibir las uvas”.

Paso a paso

Eric León, miembro del departamento de regulación y certificación fitosanitaria del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), fue el encargado de explicar el paso a paso de la medida, para que los productores puedan exportar uva a Estados Unidos.

Indicó que el protocolo busca dar una alternativa a los productores para exportar al mercado estadounidense, porque hasta el 19 de julio la única opción era exportar con fumigación con bromuro de metilo. “Los predios deben estar ubicados en áreas libres de Lobesia y los productores deben registrar sus predios ante el SAG, en el sistema de registro agrícola y obtener un código CCG”, dijo.

Agregó que los productores tienen que registrar las sub-unidades que están dentro del predio denominadas sitios de producción. El registro lo deben realizar en el sistema de registro productores SDP, que está disponible en la página web del SAG.

Enfatizó diciendo que los predios tienen que seguir las directrices del Programa Nacional de Lobesia botrana y no pueden utilizar como método de control para ella la confusión sexual.

Los productores deben de considerar que, en el caso que se establezca un brote, se define un área reglamentada de 3 kilómetros y todos los predios que estén dentro de esa distancia quedan fuera del Systems Approach, aun cuando pueden seguir exportando su fruta a Estados Unidos utilizando la opción de fumigación, la cual puede ser en Chile, en destino o utilizar la irradiación.

León dijo que actualmente han realizado un levantamiento de los premios que podrían participar del Systems Approach desde Atacama hasta Valparaíso “y tenemos aproximadamente 222 predios que pueden participar en la región de Atacama; estamos hablando de casi 5.611 hectáreas. En la región de Coquimbo tenemos 717 predios, alrededor de 6.144 hectáreas y en la región de Valparaíso solamente 35 y con una superficie de 643 hectáreas aproximadamente”.

Estados Unidos

El miembro del departamento de regulación y certificación fitosanitaria del SAG, comentó que la primera medida del Systems Approach fue la instalación de trampas, que fueron instaladas por el SAG en agosto, antes del inicio del primer vuelo.

“Las trampas se deben instalar por cada 10 hectáreas, la frecuencia de revisión de las trampas es cada 10 días y los cambios de feromonas de las trampas, se debe realizar cada 40 a 50 días”, dijo.

Otra medida que establece el Systems Approach, es que los predios que quieran optar por esta opción tienen que realizar una prospección visual, donde el productor tiene que contratar a un laboratorio autorizado para realizar esta actividad.

“La prospección se realiza unos 15 días antes de la cosecha y se deben coordinar el productor con el laboratorio”, detalló.

Comentó que una vez que se realiza la prospección, se debe informar al SAG y a APHIS (el servicio fitosanitario de Estados Unidos), para que puedan supervisar la actividad.

“El laboratorio, una vez que va al predio, tiene que realizar un análisis visual de 300 racimos, para lo cual tiene que seleccionar 150 plantas del predio. Una vez que se tenga la prospección realizada, nosotros publicamos un listado de los predios que cumplen con la prospección para Lobesia”.

Agregó que el sitio de producción solamente tiene una chance de postular al Systems Approach durante la temporada, “por tanto, si falla, solo va a poder optar al Systems Approach una vez terminada la temporada y va a tener que postular en la temporada siguiente”.

Además, dijo que “el Systems Approach tiene como primera medida el trampeo, la segunda es la prospección y la tercera es el muestreo y análisis que también realizan laboratorios autorizados por el SAG, para determinar que no haya presencia de la plaga en los sitios de producción”.

“El productor, antes de la cosecha, se pone en contacto con el laboratorio autorizado y coordinan una fecha previa a la cosecha, que debe ser entre 1 a 30 días antes de la cosecha. El laboratorio va, realiza un muestreo donde va a tener que sacar 100 racimos del sitio de producción, para lo cual va a seleccionar 25 plantas y de cada planta saca cuatro racimos”.

Explicó que la muestra es depositada en envases herméticos, que luego es llevada a un laboratorio donde se le aplicará la técnica de lavado por arrastre. “En caso de no detección del análisis, el sitio de producción puede ser certificado como de baja prevalencia de la plaga. Cumpliendo con estas tres medidas, estaríamos en condiciones de poder cosechar esta fruta y que ésta pueda participar del Systems Approach”.

Cosecha  

Una vez realizada la cosecha, León comentó que la fruta tiene que ser depositada en cajas cosecheras, las cuales tienen que tener tarjas de color azul o rojo, al igual que en el caso de los cítricos.

Una vez cosechada la fruta, para ser transportada a los packing, se tiene que resguardar. “En el caso de que vayan dos condiciones de fruta en un mismo medio de transporte, la fruta del Systems Approach debe ir totalmente aislada de la fruta que no cumple con la medida”.

Argumentó que todas estas condiciones se deben cumplir desde el predio hasta la planta de empaque, acciones que los producciones debe describir en el documento Plan de Trabajo. Este lo deben subir al sistema de registro de productores, al momento del registro de sus sitios de producción. “De esa manera verificamos que el plan de trabajo se cumpla y si está todo bien, le damos el ok al sitio de producción”.

Agregó que la fruta se debe embalar en plantas que están autorizadas por el SAG y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), para lo cual las plantas tienen que realizar un Plan de Trabajo, el cual es analizado en conjunto por ambas instituciones y debe incluir información de la instalación, como nombre, dirección, datos de contacto de los representantes, planos de la instalación que indiquen todo el flujo que realiza la fruta dentro de del establecimiento.

“Los packing tienen que garantizar que no hayan insectos. Para esto se determinaron medidas mínimas que debería cumplir, como por ejemplo el piso debe ser de cemento, un techo sólido, muros perimetrales sólidos y a lo menos 1,5 metros de altura; sobre esa altura debe haber una estructura rígida metálica, que soporte una malla”.

El funcionario del SAG explicó que para la entrada y salida peatonal tiene que haber doble puertas y, para recepción de la fruta, tiene que haber una entrada tipo cajón, de tal forma que el medio de transporte pueda ingresar a este cajón antes de entrar a la instalación.

Agregó que, en el caso de los packing con una línea de proceso, se podrá embalar uva certificada con baja prevalencia de la plaga en días alternados, con la aprobación previa del SAG, por lo que la uva debe de venir de huertos que estén certificados libres de Lobesia.

En aquellos que tengan más de una línea de proceso, las líneas deben estar separadas por una malla que vaya de piso a techo y de muro a muro, incluido en la zona de paletizado. En una línea se podría embalar fruta de Systems Approach y en la otra fruta que no sea parte del sistema en la misma instalación en forma paralela.

Luego la fruta se debe almacenar en cámaras exclusivas. En caso de que la cámara esté dividida con una malla, tiene que estar de piso a techo y de muro a muro, para poder almacenar en esa misma cámara fruta de distintas condiciones.

Indicó que en caso de que la uva de mesa está embalada en bolsas microperforadas, “se permitiría utilizar una misma cámara de frío, eso sí, para almacenar distintas condiciones, tendrían que respetar a lo menos que exista un metro de distancia entre ambas condiciones”.

Los pallets deben tener un adhesivo de color azul para la fruta del Systems Approach y de color rojo para frutas que no cumple.

Despachos

Eric León fue claro al decir que los despachos de uva de mesa embalada deben ser transportados paletizados a la instalación de frío en un medio de transporte cerrado. “Las instalaciones no pueden mezclar fruta del Systems Approachm con frutas que no corresponda a esta condición”.

Señaló que una vez tomada la muestra tiene que ser resguardada y enviada a un sitio de inspección. Luego, se sacará una sub-muestra de 29 racimos, a la cual también se le aplicará la técnica del lavado por arrastre, para determinar la presencia o ausencia de la plaga.

Finalizó diciendo que los lotes aprobados en inspección podrán ser despachados a los puntos de salida para su exportación. “Los lotes rechazados deberán ser fumigados en Chile” dijo.

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