Crean un envase innovador que aumenta hasta en un 30 % la vida útil de carnes refrigeradas
La aplicación de nuevas tecnologías en el envasado ha permitido aumentar la calidad, inocuidad y vida útil de la carne fresca refrigerada y envasada. Asimismo, la producción y fabricación de envases tiende a ser cada vez más sostenible, favoreciendo su reciclabilidad, recircularidad y la reducción de su impacto en el medioambiente, entre otros más.
Considerando ambas tendencias, investigadores del Centro de Innovación en Empaques y Embalajes Laben Chile de la Universidad de Santiago de Chile (Usach), desarrollaron un packagingactivo capaz de prolongar la conservación de los productos cárnicos.
Específicamente, se realizó una mejora de la almohadilla ubicada en el interior de las bandejas para el envasado, la cual absorbe los exudados de las carnes y genera una atmósfera antimicrobiana que permite preservar por más tiempo estos alimentos, bajo condiciones de refrigeración. Esta tecnología fue financiada, a través de un proyecto Fondef IDeA, siendo liderada por el doctor Francisco Rodríguez, académico del Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos, de la Facultad Tecnológica, e investigador de Laben Chile.
Respecto a la innovación, Rodríguez explica que “a diferencia de las almohadillas comerciales, las cuales solo se orientan a la remoción de exudados, se creó una almohadilla con alta capacidad de absorción de líquidos por parte del material celulósico y que en su interior se ha incorporado un agente activo encapsulado. Dicha almohadilla, al entrar en contacto con los exudados, facilita la ruptura de la pared de las cápsulas, que en su interior poseen aceites volátiles de extractos naturales.
Al liberarse dichos aceites en fase gaseosa, controlan el crecimiento de los microorganismos responsables de afectar la calidad y vida útil de las carnes envasadas”. Detalla que en pruebas de laboratorio se logró aumentar entre un 25 % a 30 % la vida útil de carne de pollo envasada en bandejas, “adaptándose a las diferentes cargas microbiológicas del producto, el cual se encuentra disponible para su transferencia al mercado.
Gracias a la extensión de la vida útil de estos cortes frescos, se reduce la merma, mejorando las posibilidades de incrementar por más tiempo su almacenamiento y comercialización”.