Apenas horas después del rechazo de CARBAP, el presidente de Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (CONINAGRO), Elbio Laucirica, también exteriorizo su malestar por la tasa aprobada por el Concejo Deliberante de Necochea, para el mantenimiento de la red vial urbana municipal.

El dirigente señaló en diálogo con ANDigital que las entidades del agro ya venían rechazando todo este tipo de intentos de tasas que están haciendo los intendentes, “nada más que para cubrir sus gastos públicos sin racionalizar, que es un poco lo que han demandado las urnas en las últimas elecciones”,.

En igual tono, evaluó que los jefes comunal deben “ser un poco más cuidadosos con los gastos, de manera tal que no estemos pergeñando nuevas tasas, y muchas veces, las tasas actuales que hoy tenemos, tampoco se destinan el 100 % a los fines específicos para que son creadas”.

Enseguida recordó que “los municipios cobran por retribución de un servicio, no son impuestos, son tasas y estas tasas muchas veces no responden al servicio para el que fueron destinadas”.

En concreto, cuestionó duramente la decisión del intendente de Necochea, Arturo Rojas, de aplicar una tasa portuaria en Quequén, medida que establece un “Fondo Compensador Vial Solidario” que gravaría los movimientos de importación y exportación en la terminal portuaria, “generando un costo adicional para los productores agropecuarios y exportadores”.

“Tener un puerto en una ciudad, es ya de por sí movilizador de la economía y generador de recursos suficientes como para poder hacer todas las inversiones en mejoras que plantea el intendente”, arguyó Laucirica.

“Me parece que los $ 16 mil millones más que va a recaudar el año que viene por esa tasa –según algunos cálculos-, exceden largamente esas inversiones y seguramente estarán destinados a rentas generales y algunos otros gastos que no son específicamente los que retribuye la tasa”, anexó el titular de CONINAGRO.

Enseguida, aclaró que “no solamente están cobrando por la salida de toneladas, sino también por lo que ingresa en Puerto Quequén. No solamente por los granos que se importan, sino también por los insumos que entran”. 

“Esto lo va a terminar pagando el productor y para los pueblos que estamos equidistantes con otros puertos, esto va a significar un aliciente a irnos a otros puertos en lugar de ir a Quequén, con lo cual esto será un perjuicio no solo para las arcas del municipio, sino también para el pueblo porque la movilización de la economía va a ser muy inferior”, concluyó Laucirica.