Bienestar animal: un compromiso ético y productivo de la agricultura familiar
Con este compromiso, impulsamos programas de prevención, control y erradicación de enfermedades de alto impacto productivo, al mismo tiempo que promovemos una nueva mirada sobre el vínculo entre los animales y quienes los crían. En municipios como 25 de Mayo y Posadas, la presencia activa de médicos veterinarios permite desarrollar educación sanitaria, visitas técnicas a chacras y capacitaciones en escuelas agrotécnicas (EFAs e IEAs), promoviendo prácticas responsables que prioricen la salud y el trato digno hacia los animales.
El concepto de bienestar animal va mucho más allá del cuidado básico. Implica garantizar condiciones de vida que respeten su naturaleza, su salud y su comportamiento, guiados por el marco de las Cinco Libertades, principios fundamentales de esta política pública:
- Libre de hambre, sed y desnutrición.
- Libre de temor y angustia.
- Libre de molestias físicas y térmicas.
- Libre de dolor, lesiones y enfermedades.
- Libre para expresar un comportamiento natural.
Este enfoque responde a una responsabilidad ética —al reconocer a los animales como seres sintientes—, pero también ofrece beneficios concretos: mejora la salud humana, reduce el uso de medicamentos y asegura alimentos más sanos. Además, optimiza la eficiencia productiva: un animal cuidado, sin estrés, se enferma menos, produce más y vive en equilibrio con su entorno.
En territorio, nuestros técnicos trabajan junto a las familias productoras para adaptar los sistemas tradicionales hacia modelos más humanos y sostenibles. Casos como el de las aves de postura, altamente sensibles al estrés, muestran cómo un entorno adecuado impacta directamente en la producción y calidad.
El bienestar animal está profundamente ligado a la producción agroecológica, otro de los pilares que impulsa Agricultura Familiar, con creciente adhesión. Cada año, más chacras familiares se certifican bajo este enfoque, demostrando que es posible producir de manera rentable, ética y respetuosa con todos los seres vivos.
Esta transformación integral nos permite afirmar que producir cuidando a los animales no es solo una opción, sino una necesidad urgente y estratégica. Las experiencias en marcha lo confirman: una chacra que respeta la vida animal es también una chacra más justa, saludable y con futuro.
