19 de abril de 2025 01:02 AM
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La tecnología florece para aplicar el purín de forma más sostenible

La tecnología se está poniendo al servicio de la ganadería para que el purín sea utilizado como abono, pero de forma sostenible para los suelos y el medioambiente

Prueba de ello son los proyectos de investigación y aplicación que están floreciendo desde que hace un año la normativa sobre suelos agrarios puso coto a algunas prácticas.

Desde el 1 de enero de 2024 se prohíbe, salvo algunas excepciones, la aplicación de purines mediante sistemas de plato, abanico y por cañón; una norma que detalla numerosos aspectos sobre la aplicación de estiércoles en el terreno con el fin de que esta nutrición del suelo agrario se lleve a cabo de forma sostenible.

Al profesor titular en el departamento de Ingeniería Agroforestal de la Universidad de Santiago Compostela, Javier Bueno, no le cabe duda de que esta normativa ha animado al sector a implementar la innovación de la mano de nueva tecnología.

Purín preciso

Un ejemplo de ello es el grupo operativo Purín Preciso que trabaja para incorporar sensores en el interior de los tanques de esparcimiento del purín capaces de medir en tiempo real el contenido de nutrientes de este subproducto ganadero, según ha indicado a Efeagro.

Es un proyecto que nació en 2023 pero que ahora comienza a dar sus pasos más relevantes.

Este experto ha explicado que esos sensores son conductímetros con capacidad para medir la conductividad eléctrica del purín, un parámetro clave para conocer la mayor o menor concentración de nutrientes.

Imagen de cerdos en edad de sacrificio y preparados para su exportación. EFE/Craig Lassig

Aunque es una tecnología que ya está en el mercado, la idea de este grupo operativo es “refinarla”.

Otras de las claves del proyecto es elaborar un “plan de abonado” del suelo cultivable en base a los análisis que se hacen al terreno para saber las necesidades nutricionales que tiene.

Con todo esta información que aportan los sensores y el plan de abonado, el agricultor sabe qué cantidad exacta de nutrientes (y por tanto qué volumen de purín) es necesario aplicar en cada parte del suelo.

Esta precisión en el abonado permite que al suelo no le sobren nutrientes, minimizando así el impacto ambiental que generan y suponiendo un ahorro económico para el productor; pero tampoco que le hagan falta para que el cultivo alcance el nivel de productividad óptimo.

Para Bueno es evidente el avance en cuanto a precisión de información en tiempo real que aporta este sistema de análisis de nutrientes frente a los tradicionales, que consisten normalmente en la toma de una muestra “puntual” en la fosa de purines para analizarlas en el laboratorio.

Uso de la tecnología NIRS

Otro proyecto cuyo fin es el mismo es el de Agrolab-Biogal, si bien está en fase más embrionaria y utiliza una tecnología que es más cara aunque ofrece una mayor precisión en cuanto a la información de nutrientes contenidos en los purines.

Según ha informado Bueno se trata de la tecnología NIRS, que es una medida del espectro del infrarrojo cercano y se consigue a través de un espectrómetro que se coloca en el tanque esparcidor de purín.

El objetivo de los investigadores es conseguir un desarrollo con tecnología NIRS más barata que la que se comercializa actualmente para que su coste no lo haga prohibitivo a la hora de usarlo en el campo.

El investigador prevé que este año comiencen con las primeras pruebas de Agrolab-Biogal y, de hecho, confía en tener un primer prototipo antes de verano.

Fuente: EFE

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