20 de abril de 2025 09:16 AM
Imprimir

Arrendamientos 2025/26: negociaciones demoradas a la espera de un horizonte más despejado

Los retrasos en la cosecha de granos gruesos y la volatilidad económica dilatan las conversaciones; qué se evalúa zona por zona

La negociación de los arrendamientos agrícolas para el ciclo 2025/26 viene demorada por el atraso de la cosecha de granos gruesos tras muchos días de lluvia y de mal tiempo, que impiden saber cuál va ser el rendimiento y el resultado económico final. También juega en contra la incertidumbre económica provocada por las idas y vueltas con la imposición de aranceles por parte del presidente Trump y sus efectos sobre los granos. Las conversaciones también están afectadas por la liberación del tipo de cambio anunciada por el ministerio de Economía, que están repercutiendo en las cotizaciones y pueden influir en los esquemas de pago en cuotas de los alquileres.

En una ronda de consultas efectuada antes de los anuncios del ministro Caputo, la mayoría de los entrevistados hablaba de renovar los contratos con los mismos qq/ha de soja que el año pasado, aunque también advertían sobre cambios de manos y bajas para los lotes de menor potencial. También se ofrecían valores muy altos para los lotes de gran potencial de rinde, muy demandados por los pools de siembra.

Por regiones

Para Facundo Lagos, productor de la zona de Río Cuarto, los dueños de campos están intentando mantener los alquileres en los mismos valores del año pasado o aceptando leves bajas, por ejemplo, de un quintal por hectárea. Un caso especial es el de los arrendatarios maniceros que enfrentan una fuerte caída del precio del producto, que tendrán que trasladar a sus ofertas por campos. Es importante tener en cuenta que, muchas veces, el maní le pone un piso al valor del arrendamiento en campos aptos para ese cultivo.

“La mayoría de los clientes en los que asesoro renuevan los contratos año tras año. Entonces, no hay una puja de terceros como puede haber en un campo que se ofrece por primera vez, sino amigables negociaciones entre las partes, que generalmente repiten los qq/ha que se pagaron el año anterior”, cuenta el consultor Julio Lieutier, de la región norte de Buenos Aires.

“En la zona todavía no se han renovado muchos alquileres porque se retrasó la cosecha y hay incertidumbre económica, con cambios abruptos en el precio internacional de la soja. Además, todavía está en la mente de los agricultores el impacto de la seca, que en el partido de Pergamino fue muy fuerte y derrumbó los rendimientos de maíz de primera a 50qq/ha”, agrega.

“Actualmente hay expectativas sobre los cultivos de segunda, pero han sufrido heladas y se espera que den un grano muy liviano a la cosecha. Todo esto no permite tener una sensación de cómo está el capital de trabajo de cada agricultor para negociar los alquileres 2025/26. El sogazo que produjo la sequía fue importante y todavía los productores están buscando recuperarse económica y anímicamente antes de empezar un nuevo ciclo”, condiciona Lieutier. En la zona de Pergamino, en la campaña pasada, un valor frecuente de arrendamiento de buenos campos fue 17qq/ha. Por su parte, en el noreste de Buenos Aires, el productor Orlando Williams dice que los sojeros alquilaron campos de buena calidad en 16qq/ha.

Juan Balbín, productor de General Villegas, en el oeste de Buenos Aires, dice que la palabra que caracteriza la situación actual de los alquileres agrícolas en su zona es “silencio”. Por ahora no hay negocios concretados, pero estima que se van a formalizar con el avance del almanaque. En la campaña 2024/25, se pactaron arrendamientos de buenos campos en 14 a 16qq/ha. No obstante, aclara que la 2025/26 es una campaña distinta a las anteriores por los impactos negativos que hubo en varias regiones productivas, como la zona núcleo, con maíces de primera con rindes del 50% de la media histórica y cultivos de segunda que están mejor, pero todavía sin cosechar, lo que genera una gran incertidumbre y demoras en las concreciones.

Balbín adelanta que todos los campos que se han alquilado en años anteriores se van a volver a arrendar y estima que los valores van a ser iguales o algo menores a los de la campaña pasada, pero sin posibilidades de bajas fuertes.

La zona sur de Entre Ríos muestra gran disparidad en la calidad de suelos y en el relieve, por lo cual los alquileres fluctúan de 11-12qq/ha para campos buenos a 6-8 para los que no tienen 100% de aptitud agrícola. “En nuestra empresa alquilamos campos y estamos por renovar los contratos en iguales condiciones que el año pasado. Y en la zona de no se ven grandes movimientos ni para arriba ni para abajo de lo pactado en la campaña 2024/25”, asevera Juan Pablo Carrera, agricultor que produce 50.000 toneladas de granos por año entre Gualeguay y Victoria.

Para Alejandro Vejrup, gerente de la Cooperativa Alfa de Tres Arroyos, las primeras conversaciones sobre valor de alquileres indican un mantenimiento en quintales de soja por hectárea, con algún cambio de manos. Estos han sido más frecuentes en los campos de inferior calidad, con bajo potencial de rendimiento, que dieron malos resultados en la campaña 2024/25, y que pueden sufrir algún recorte e el valor del alquiler para 2025/26 En esa zona en ningún caso se habla de aumentos en los arrendamientos, según Vejrup.

Actualmente, hay cautela entre los arrendatarios porque los números agrícolas siguen muy justos. Por ejemplo, el trigo como único cultivo da números negativos en campos arrendados del sur bonaerense y la cebada promete márgenes levemente positivos por su mayor potencial de rinde y menor costo de flete. Para que el trigo pudiera mejorar su resultado económico en la zona, siempre está la posibilidad de agregar una soja de segunda, para lo cual se negocia con el dueño del campo un plus sobre el alquiler principal, que es el del trigo, del orden del 10, 15 o 20% adicional según expectativa de rendimiento.

En el partido de Necochea, el productor Juan Balsategui observa que el mercado local muestra distorsiones por la reaparición de los pools de siembra. Según la visión de los productores de la zona, un alquiler lógico para campos de buen potencial son 12-13qq/ha de soja, que bajan a 10qq/ha en los lotes que tienen tosca. Sin embargo, los pools llegan a ofrecer hasta 18qq/ha, un valor que no permitiría cerrar las cuentas en función de los rendimientos de la zona.

En síntesis: más allá de la aproximación preliminar que puede hacerse con las visiones de referentes regionales, hace falta un tiempo para que el mercado de alquileres consolide una tendencia definitiva, que será positiva o negativa de acuerdo a una constelación de factores “tranqueras afuera” y “tranqueras adentro”, cuya evolución hoy se desconoce. Estar muy atentos a ellos será la actitud obligada, tanto de los dueños de campos como de los arrendatarios.

Cambios en el modelo empresario

Miguel García Fuentes, empresario que alquila campos desde hace muchos años en Córdoba, dice que, “desde el sur hasta el sudeste provincial, los arrendamientos que se han pagado en campañas previas van desde 10 hasta 17qq/ha, según calidad.

Para encarar la campaña 2025/26 explica que “frente al cambio de paradigma que se está produciendo en la Argentina, que consiste en alcanzar superávit fiscal y tasas positivas, el negocio agrícola cambia y en este nuevo contexto no hay red de contención artificial como hubo en años anteriores”.

“Los márgenes proyectados de todos los cultivos son muy ajustados en campos alquilados y los resultados serán consecuencia, principalmente, de la gestión comercial, productiva, impositiva y financiera que lleve adelante cada operador. Y dentro de la gestión es importante observar con detalle los costos agrícolas, sobre todo el mayor, que es el valor de la tierra, el alquiler”, agrega.

Si se convalida cualquier valor en el arrendamiento se está cerca de hacer un mal negocio y sin la red anterior hay muchas posibilidades de enfrentar quebrantos o de fundirse. Por lo tanto, en mi empresa la idea es no convalidar ningún aumento de alquileres en esta campaña”, adelanta.

Tendencias preliminares

  • El mercado de arrendamientos agrícolas está siendo afectado por el magro resultado de los arrendamientos 2024/25, muy perjudicados por sequía, dificultades en la cosecha y bajos precios
  • También juegan en contra las incertidumbres económica y política interna y externa, y la necesidad de pasar de modelos que podían disimular algún error en el campo hacia otros que exigen poner el acento en la productividad y en la eficiencia
  • En las zonas donde se verifique estabilidad en los valores de los alquileres en qq/ha, los dueños de los campos deberán considerar que representan menos pesos constantes que en campañas anteriores por la caída del valor de la soja en dólares
  • Dentro del universo de arrendatarios están creciendo aquellos que buscan salir del tradicional esquema de qq/ha fijos por adelantado en cada campaña y proponen un mejor manejo de los lotes pensando en el mediano plazo
  • Ofrecen contratos a varios años y compromiso de reposición de nutrientes extraídos con la cosecha con un completo esquema de fertilización si se alcanzan determinados niveles de rendimiento

Por Carlos Marin Moreno

Fuente: La Nacion

Publicidad