Cerezas: Chile busca su equilibrio entre expansión y sostenibilidad económica
Con un aumento histórico del 51% en los envíos al exterior, la industria chilena de cerezas reafirma su rol protagónico dentro del sector exportador frutícola nacional e internacional. Sin embargo, este crecimiento no vino acompañado de los márgenes esperados, dejando en evidencia la necesidad de ajustar estrategias comerciales, logísticas y promocionales, especialmente en su principal mercado: China. Así lo dio a conocer Claudia Soler, directora ejecutiva del Comité de Cerezas de Chile, durante su presentación en la Global Cherry Summit 2025, el evento más relevante del rubro a nivel nacional, que congregó a cerca de 2 mil asistentes en Arena Monticello, Santiago de Chile.
Durante la temporada 2024/2025, Chile exportó 626.014 toneladas de cerezas frescas —equivalente a 125,2 millones de cajas—, consolidándose como líder mundial en la producción y exportación de esta fruta. China absorbió el 91% del total exportado, confirmando su posición como socio comercial clave.
Sin embargo, este fuerte crecimiento no se tradujo en una mejora económica para todos los eslabones de la cadena. “Lamentablemente, la campaña terminó con una caída en los precios y con niveles de rentabilidad por debajo de lo esperado”, señaló Soler. La sobreoferta, problemas de calidad y una desaceleración en el consumo de productos de lujo en China influyeron directamente en los retornos económicos.
Inversión agresiva en promoción
Anticipando el crecimiento de la producción, el Comité de Cerezas de Chile duplicó su presupuesto promocional respecto al año anterior, alcanzando una inversión de US$7,3 millones solo en China. La campaña incluyó presencia en redes sociales, activaciones en e-commerce, publicidad en trenes, y nuevas estrategias regionales en ciudades de segundo orden. Gracias a estas acciones, la industria logró una mayor penetración de mercado: del 33% al 40%, alcanzando a 139 millones de consumidores chinos. Aun así, el retorno económico fue menor del esperado, revelando que no basta con vender más, sino que se debe vender mejor.

Claudia Soler, directora ejecutiva del Comité de Cerezas de Chile.
Uno de los puntos más sensibles abordados por Soler fue la alta dependencia del mercado chino. Si bien es el único capaz de absorber volúmenes tan elevados, la ejecutiva advirtió que ningún mercado alternativo tiene actualmente la capacidad para reemplazarlo. “El proceso de diversificación debe ser gradual, pero constante”, enfatizó. El Comité ya está invirtiendo en promociones en otros destinos de Asia, Europa, Norteamérica y Sudamérica, con el objetivo de construir una demanda sostenible y menos expuesta a riesgos externos como las fake news, las crisis sanitarias o las fluctuaciones económicas regionales.
Proyecciones y desafíos económicos
De cara al futuro, los desafíos para la industria no solo se centran en producir más, sino en hacerlo con mayor eficiencia y rentabilidad. Para ello, se vuelve clave mejorar la calidad de la fruta, adecuarse a las exigencias del retail internacional y fortalecer la logística, sobre todo en el peak de la temporada. Además, Soler destacó que se necesita avanzar en nuevas estrategias comerciales y de posicionamiento para sostener el dinamismo que esta industria ha aportado a la fruticultura chilena. “Estamos convencidos de que la cereza es uno de los grandes embajadores de Chile en el mundo. Es vital que trabajemos unidos para que este crecimiento sea rentable para toda la cadena de valor”, concluyó.
Fuente: Portal Frutícola con aportes de la redacción de +P.