El endeudamiento de la industria frigorífica con el sistema financiero registró una suba mensual de 3% en julio y llegó, así, a su nivel más alto de lo que va en el año, según los últimos datos del Banco Central del Uruguay (BCU), dando cuenta del duro momento que atraviesa el sector.

La industria frigorífica está en crisis, y eso se puede ver no tanto en los niveles de crédito del sector, sino en la morosidad. De hecho, en términos anuales, los créditos totales bajaron un 21%; sin embargo la morosidad en los últimos dos meses fue la más alta desde agosto de 2021, tal y como consignó Blasina y Asociados.

De esta forma, en julio los créditos vencidos sumaron 9,64 millones de dólares, levemente por debajo de junio, pero 90% arriba de los 5 millones de dólares de un año atrás.

Asimismo, mientras que el promedio de créditos totales entre mayo y julio fue de 311,7 millones de dólares, 21% por debajo de los 396 millones de promedio en el mismo periodo del año pasado; los créditos vencidos promediaron 9,2 millones de dólares, una diferencia importante frente a los 4,76 millones de dólares de promedio registrados un año atrás.

La crisis en la industria frigorífica

Lo cierto es que el sector viene atravesando una crisis que ya lleva varios meses, y que volvió a ponerse sobre la mesa con el concurso de acreedores de Lorsinal y Rondatel, ambos pertenecientes al grupo chino Sundiro Holding.

El mayor factor de influencia en el bajo desempeño de la industria es la caída de la demanda china, que afectó fuertemente el nivel de empleo y trabajo en los frigoríficos; pero también impactó el bajo volumen de faena que tienen las empresas, muy poco para la cantidad de plantas que operan en el país.

Según explicó a Radio Carve el presidente de la Federación Obrera Industria de la Carne y Afines (FOICA), Martín Cardozo, hace ya tres meses atrás, actualmente hay “tres o cuatro frigoríficos” que trabajan de forma uniforme a lo largo de todo el año, mientras que el resto tienen períodos de poca actividad, en los que se tiene que recurrir al seguro por desempleo.