26 de abril de 2025 07:40 AM
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El agro de EE.UU. está fuertemente golpeado por las sanciones chinas

La escalada en la imposición mutua de aranceles preocupa a los farmers norteamericanos, cuya soja tiene a China como principal destino

El Consejo Internacional de Granos (IGC) con sede en Londres sostuvo que la producción global alcanzaría a 2.303 millones de toneladas en el ciclo 2024/2025, lo que implica una reducción de 3 millones de toneladas en relación al periodo anterior.

A esto hay que sumarle que el consumo mundial se reduciría en 8 millones de toneladas en el periodo 2024/2025 para alcanzar a 2.328 millones, incluyendo una reducción de más de 20% en el consumo de trigo previsto para India.

A su vez el stock final de granos aumentó en 4 millones de toneladas en el mes de marzo, lo que lo llevaría a 580 millones, el menor volumen en 10 años.

El alza experimentada por el stock granario fue provocada por los flujos de maíz, que han sido mayores a los esperados incluso en los países del África Subsahariana.

IGC prevé que la cosecha global 2025/2026 alcanzará un récord de 2.373 millones con un alza de 7 millones respecto a la estimación previa. El resultado es que el stock del próximo ciclo treparía a 580 millones.

El primer lugar entre los cultivos lo ocupa la soja con 428 millones de toneladas, que implica 1 millón de toneladas más respecto al ciclo 2024/2025.

Por su parte el maíz alcanzaría a 1.274 millones, 5 millones de toneladas más en relación al periodo anterior; y el trigo perdería 1 millón de toneladas, lo que implica un total neto de 806 millones.

Los productores norteamericanos de soja y maíz temen el impacto en sus cosechas de la guerra tarifaria desatada por Donald Trump, sobre todo en el conflicto con China, que es el mayor mercado para las exportaciones estadounidenses.

La agricultura norteamericana es la primera del mundo en términos tecnológicos y de inversión de capital, con un nivel de productividad que es el primero inequívocamente del sistema mundial.

El agro estadounidense, debido a su excepcional productividad, estaría en condiciones de alimentar a la mayor parte de la población del mundo.

De ahí que el riesgo que enfrenta de manera periódica sea una super producción agroalimentaria en que la extraordinaria oferta no encuentra una demanda suficiente.

La Asociación de Soja Americana (ASA) afirmó hace 10 días que “…la escalada continua de tarifas con China preocupa a los ‘farmers’ porque ese es el mercado decisivo para la soja estadounidense”.

China ha impuesto 3 represalias sucesivas a los aranceles de Donald Trump, que hacen un total de 94%, que llegarían a 114.78%, un nivel nunca antes alcanzado en la historia bilateral.

El agro norteamericano se encuentra en un momento especialmente crítico porque falta poco más de 30 días para comenzar la siembra de la próxima cosecha de granos, lo que implica que la actual crisis cambiaria/arancelaria con la República Popular puede provocar cambios permanentes en la provisión de soja y maíz en el mundo, lo que puede prácticamente devenir en un nuevo flagelo.

Las sanciones impuestas a China por Donald Trump golpean duramente la credibilidad de la oferta norteamericana, porque se transforma en una producción no confiable que debe competir en un mercado mundial súper-ofrecido, y donde las ofertas alternativas son muchas y muy atractivas.

Donald Trump estima que EE.UU tiene frente a sí a la superpotencia manufacturera de la República Popular, y que esto sucede cuando el vigor manufacturero chino ha subordinado completamente al sistema de comercio internacional.

Por eso ahora ha logrado aislar a China imponiéndole aranceles especiales de 145% que pueden trepar a 265% en cualquier momento, y que le tornan imposible el acceso al mercado estadounidense.

Trump estima que la carta ganadora en esta crisis mundial es el acceso al mayor mercado de consumo del mundo que es el de EE.UU. Por eso cree que el tiempo como factor estratégico está a su favor, lo que constituye el aspecto decisivo de esta contienda estratégica absolutamente crucial entre las dos superpotencias.

La crisis tarifaria con China que ha llegado a aranceles récord de 145% ha creado un momento de extrema tensión e incertidumbre en la relación entre las dos superpotencias; y en el centro y núcleo de este vínculo, que es el más importante del sistema global, se encuentra la producción agroalimentaria.

Fuente: Clarin

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