El derrumbe de la soja no para y hay alerta máxima entre los agricultore
“La desgracia se cierne sobre gran cantidad de productores en Argentina. El clima nos da oportunidades pero: precios internacionales planchados, más costo argentino, más retenciones, son un combo perfecto para fundirte trabajando, como siempre ocurrió en este nuestro bendito País!!!”. La frase corresponde a Marco Giraudo, extitular de Coninagro Córdoba y productor de Las Isletillas, en el departamento Tercero Arriba, casi en el límite con Río Cuarto.
La expresión de Giraudo va al corazón de lo que actualmente ocurre con los agricultores argentinos que ante una ecuación económica en rojo reclaman -cada vez en un tono más elevado- que el Gobierno de señales de baja de retenciones. Sin embargo, los economistas aseguran que esa opción es poco probable que ocurre. Menos aun que pueda avanzar en modificar el tipo de cambio. Por lo cual la encrucijada de los productores es total en este arranque de al campaña gruesa.
Como lo apunta Giraudo, el mar de fondo es la baja cotización de los granos en los mercados internacionales, en particular la soja, a lo que en Argentina se suma el recorte del 33% por retenciones.
Tres destacados economistas cordobeses de fuerte vínculo con el agro analizaron ese escenario para Tranquera Abierta y dan su opinión sobre lo que puede ocurrir hacia adelante. Salvador Vitelli, Jorge Ingaramo y Gonzalo Agusto anticipan lo que esperan en los mercados y del Gobierno en cuanto a las retenciones.
“El precio de la soja no levanta cabeza. Primero, hay 32 millones de toneladas más de soja en la campaña del hemisferio norte, que es la que domina el mercado. La relación stock-consumo pasa de 33,9% a 37,9%, un nivel realmente altísimo”, comienza explicando Ingaramo.
Y agrega: “La cosecha norteamericana fue muy buena y los chinos se aprovisionaron cuando entró; después vino la brasileña que también anduvo muy bien y los chinos se aprovisionaron también. Y evidentemente la abundancia hizo que aprovecharan excelentes precios, compraron FOB en Brasil y compraron en Chicago. Por lo cual están bastante bien abastecidos. Nosotros tenemos el 65% de la soja sembrada que cuando se implantó ya se sabía de esta situación que estoy relatando, que había abundancia de soja en el mundo, pero no obstante se sembró una muy buena cantidad, pensando que una vez que terminara el abastecimiento chino, el precio de la soja iba a ir a un nivel un poco más normal en el mundo y además pensando que acá iba a haber un año Niña. Bueno, eso no pasó, el precio de la soja siguió cayendo y no hubo un año Niña”, remarcó Ingaramo.
Para Vitelli, hay “una situación preocupante, con un contexto internacional adverso donde por un lado tenemos la cotización de la soja poroto, aceite y harina, que en definitiva también son datos importantes que tenemos que mirar por cómo está diagramada la matriz exportadora de Argentina en esos productos, con una fuerte debilidad. En términos reales estamos en precios de 2006 y con una presión impositiva aún mayor y ni hablar de derechos de exportación donde en aquel momento oscilaban entre el 20% y el 25% y ahora están en 30% y 33%. Es decir, tenemos bajos precios en dólares y además con un tipo de cambio real que dista mucho de ser aquel que teníamos en 2006. Entonces se acplica una Doble Nelson”, indicó el economista de Adelia María.
Vitelli suma un elemento más en ese contexto: Brasil. “El real está muy depreciado y eso le genera una apreciación implícita para Argentina porque no solamente es nuestro principal socio comercial sino también es un competidor en el mundo en términos de exportaciones. Entonces, se abaratan los productos de Brasil, al productor brasilero se le vuelve más atractivo salir a exportar, ergo las primas brasileras se abaratan y eso hace que Argentina termine quedando relativamente cara frente al principal socio comercial que tenemos y diría hoy el principal productor de soja del mundo”.
Por su parte, GonzaloAgusto, economista jefe de la Bolsa de Cereales de Córdoba, remarca que “se está viendo que la oferta de soja a nivel global es holgada, si bien el consumo se mantiene fuerte; pero la oferta más que compensa, y hoy tenemos una relación entre la existencia final y el consumo que se ubica en el segundo mayor nivel de la historia y esto le da cierta calma a los precios”, destacó. Pero Agusto suma otro dato preocupante hacia adelante: “Si uno observa lo que sucede en el mercado de Chicago, donde los fondos especulativos se encuentran vendidos, esto quiere decir que tienen expectativas de bajas en los precios”, explicó.
Poco incentivo, poca venta
Para Ingaramo, “el productor fue comercializando en la medida de sus posibilidades, de sus necesidades, 65% de la soja vieja está vendida y no hay una sola declaración jurada de venta externa de la soja nueva, de la soja 25-26, nada. ¿Por qué? Bueno, por las razones que todo el mundo conoce”.
El economista cordobés destacó además que “el blend cambiario genera incertidumbre y el precio internacional no es bueno. Además, todo el mundo esperaba que la Reserva Federal anunciara cuatro bajas de tasas de interés y anunció solamente dos, con lo cual no hay una baja de tasa como para que los fondos especulativos se posicionen en soja. Por eso el productor es muy renuente a vender la soja vieja y no tiene ningún interés en vender forward la soja que está sembrando en este momento”, destacó Ingaramo.
Por su parte, Vitelli señaló que “es un combo bastante complicado y preocupante para el sector primario, donde la rentabilidad comienza a estar muy ajustada. Lo hablo todos los días con productores y a 260 dólares que está la soja mayo el margen da negativo, es decir que el productor sale a sembrar para perder plata. Entonces bajo este escenario la verdad que luce muy desafiante la campaña y el mercado no prevé una reducción de derechos de exportación, ni tampoco una devaluación y tampoco un alza ferviente de las cotizaciones de soja, así que la verdad que resulta muy preocupante”.
Respecto al horizonte, Ingaramo destaca que “falta que asuma Trump, falta que sepamos si la Argentina levanta el cepo, y entonces el marco es de una incertidumbre total hacia el futuro. Y el blend no alcanza; que le permitan al exportador liquidar el 20% por el contado con liqui le da un dólar que es apenas un 2,5% más alto que el de hace un mes aproximadamente”, dijo el economista.
Finalmente Vitelli conjuga la sumatoria de problemáticas: “Hay un contexto internacional adverso, con un dólar fortalecido, un real depreciándose y una moneda argentina apreciándose. A su vez, entendemos que el Gobierno no quiere devaluar y tiene una cuota de lógica en lo que dice porque la devaluación siempre le genera mayor inflación y terminas en el mismo lugar pero con un salto adicional de nominalidad. Es decir, se aprecia el tipo de cambio nuevamente porque salta la inflación . Lo que también es cierto es que en este contexto la presión fiscal tiene que reducirse, tiene que ir bajándose paulatinamente. La cuestión crucial ahí es el tiempo”, cerró Vitelli.
Para el caso del maíz, Agusto remarca que “se ve también una oferta abultada, pero la demanda está pisando más fuerte, y eso hace que hoy, cuando uno ve las relaciones entre las existencias y el consumo a nivel global, se mantienen en torno al promedio, demostrando una situación más ajustada que la que se observa en el caso de la soja. Y también se pueden ver en los fondos especulativos en Chicago que se encuentran comprados a diferencia de la soja, lo cual demuestra un mercado con mayores perspectivas de suba”.
Por último, respecto al trigo, el economista jefe de la Bolsa de Cereales de Córdoba remarcó que “ya la cosecha está avanzando en Argentina, con mejores resultados de los esperados, y en el plano internacional, la situación se encuentra complicada, especialmente Europa y puntualmente Rusia, donde las cosechas no serían como las esperadas. Por lo tanto, las perspectivas también en trigo son un poco mejores, a pesar de que cuando uno observa el precio disponible en el mercado de Rosario, se ubica en los 190 dólares por tonelada, valores menores a los que se esperaban hace unos meses atrás”, concluyó