El mapa global de la uva de mesa para la próxima temporada
La campaña 2024-2025 ya está en marcha y se ubicará como la primera temporada en utilizar Systems Approach, lo cual brinda la posibilidad de llegar con mejor calidad de fruta a su principal destino: EEUU. A partir de esto es que se abre una serie de desafíos, que Rafael Rodríguez, presidente de Uvanova, abordó durante su charla en Fruittrade 2024, bajo el título: ¿Cómo se desarrollará la situación actual y cuáles son las perspectivas para la uva de mesa?
Rodríguez comenzó con un análisis de la campaña previa. “Algunas coyunturas que marcaron la temporada 2023-24 fueron el huracán Hilary, los problemas con el canal de Suez y la desaceleración que presenta la economía de China y la situación financiera del mundo. Veníamos de temporadas previas complejas por distintas razones, por ejemplo, variedades obsoletas o envejecidas, variedades nuevas o sus combinaciones que no funcionaron, problemas de agua, costos crecientes, disponibilidad de mano de obra y competencia en nuestra ventana productiva”.
Sin embargo, ya para la actual Rodríguez destacó los mejores retornos que se observan. “Hay
un avance histórico de precios en forma sostenida en EEUU junto al crecimiento de consumo en Norteamérica (México incluido) y en Brasil. Hemos tenido mejores resultados en el resto de los mercados, con excepción de China, sumando al pésimo cierre de temporada en EEUU y el tipo de cambio alto sostenido”. Además, resaltó la mayor claridad que existe sobre variedades, combinaciones con portainjertos y ecozonas (o protección) junto a la renovación varietal y el aumento de producción promedio.
Sobre la situación global de la producción de uva de mesa en el mundo, el presidente de Uvanova indicó que la segunda estimación de Perú fue de 78 millones de cajas, con un retraso de 10 a 15 días en Ica. Por su parte, en Sudáfrica la primera proyección señala un leve aumento de la producción a 20 millones de cajas, donde se mantienen problemas estructurales de infraestructura portuaria, logística y energía.
La proyección de Australia es de un crecimiento moderado, similar a la temporada antepasada. En cuanto a California, la estimación inicial de 92 millones de cajas caería a 88-90 millones. “Es un hecho que se adelantó la campaña y va a terminar antes de lo esperado. Los precios para uvas rojas y verdes antes del Huracán Hilary eran parejos. En Europa la producción de uva de mesa fue menor a la esperado y terminó temprano. Hay altos precios para las uvas importadas en este momento junto a una inflación moderada, pero persiste una caída en el gasto en alimentación. Respecto a China, la producción local y exportaciones son crecientes. La guarda de uvas y producción en zonas tropicales acortan la ventana para febrero a abril”.
Respecto de India, Rodríguez destacó como factores relevantes los conflictos de medio oriente y en el Canal de Suez, que mantendrán mayores costos de flete y tiempos de tránsito de 30-35 días. Además, las lluvias intensas en septiembre y octubre en Nashik y Maharashtra en plena brotación (250mm) podrían generar mildiu, filage y necrosis de racimos por amonio. Según Rodríguez, el crecimiento es fuerte en nuevas variedades para mercado interno.
Y respecto de países productores de Latinoamérica, en Brasil las lluvias que se registraron en noviembre de hasta los 200mm complicaron en un momento en que la industria confiaba en poder aprovechar los mejores precios en la UE. Brasil registra un crecimiento importante tanto en producción como consumo local de variedades nuevas. En tanto, México presentó un crecimiento moderado en producción, pero muy importante en consumo interno con precios competitivos con EEUU.
Evolución de la temporada 2024-25 en Chile
Sobre la evolución de la campaña chilena que ya comenzó, Rodríguez explicó que presenta un buen timing entre zonas productivas, mejora de la situación hídrica en todas las zonas productivas y se ha registrado una primavera sin heladas y algunas lluvias sobre los pronósticos, es decir el fenómeno de La Niña está presente pero menos acentuado. “El tipo de cambio es estable y en rango alto, a pesar del precio del cobre en torno a los US$4,50. La oferta de racimos es más ajustada de lo esperado en algunas zonas y variedades. Se viene una cosecha muy grande en cerezas (50% sobre el año pasado) en las semanas que coinciden con el período de arreglo de racimos y ajuste de carga, lo que podría ocupar entre 35 y 45 mil temporeros más que el año pasado”.
De acuerdo con el presidente de Uvanova, la variabilidad climática es una realidad que incluye lluvias en primavera y olas de calor en el sur de Europa. “Existen alzas en tarifas de flete marítimo y posibles limitaciones logísticas para uvas tempranas y cerezas también. Ya se ha consolidado un grupo más acotado de nuevas variedades que están funcionando bien productiva y comercialmente. Tengo que destacar que con la recuperación de volúmenes de California y Perú es fundamental priorizar la condición de fruta vía control de carga, sanitario, cosecha y postcosecha y logística. Hemos hecho mejoras o modernizaciones relevantes en nuestras técnicas de cosecha, embalaje y enfriamiento de nuestras uvas, por ello es clave partir con el pie derecho con el Systems Approach que mejora la condición y calidad de nuestras uvas en EEUU”.
Hacia una Organización Mundial de la Uva de Mesa
Si bien se venía hablando hace un tiempo del tema, la idea de conformar una Organización Mundial de uva de mesa es algo que merece mucha conversación para que lo ambicioso de la idea pueda reflejarse también en la concreción de sus planes. “Debemos asegurar una buena experiencia de consumo, no una bomba de azúcar. Por lo tanto, si conseguimos consistencia a nivel global, aumentaremos consumo y precios también a nivel global. En eso deben basarse las campañas de promoción, lo que es clave. También debemos defender a nivel global un precio de la uva relacionado a sus costos de producción. No podemos estar al lado de plátanos en los supermercados, sino más cerca de los berries, que es más favorable”.
Para favorecer la experiencia de consumo, una de las propuestas es definir indicadores de madurez para cada ecozona productiva y en cada tránsito, “ya que no es lo mismo Murcia, California, Piura, Colchagua ni Jalisco. Tampoco son iguales los tránsitos de la fruta a su destino final. No puede separarse azúcar de acidez en una decisión de cosecha”. Para eso, lo que Rodríguez exige es que haya más información y un mejor manejo de estos parámetros. Solo así una fruta insigne como la uva de mesa tendrá el lugar que merece entre los consumidores.