El precio de la carne: rehenes de la exportación
¿Por qué es tan cara la carne argentina para los argentinos? Hace años, desde nuestro sector de Autogestión Productiva venimos denunciando la falta de ganado en los rodeos y sus consecuencias. En primer lugar, denunciamos que la falta de cabezas en los rodeos sube el precio de la oferta de vacuno para consumo. Esta situación acarrea consecuencias negativas sobre la demanda de los sectores populares. Esa suba en el precio del ganado para consumo tiene otro objetivo oculto: obtener saldo para cubrir la demanda de exportación en dólares.
Según datos oficiales del Gobierno argentino, Brasil exportó en marzo 215 mil toneladas, un 30% más que marzo 2023, en detrimento del consumo argentino. De esa manera, queda claro que el «campo» ni «Vincentin» nunca fueron nuestros. Obviando esa mentira de la agroindustria dominante, vemos que, en ese sentido, Argentina sigue objetivamente la tendencia mundial.
Panorama internacional y regional
Esa tendencia demuestra que nuestro país seguirá la corriente mundial. Australia en el primer trimestre del año exportó 311 mil toneladas, un 13% más que el año pasado. EEUU se prepara para importar este año 2,2 millones de toneladas, un 5% más que el año pasado. Países de Asia y Medio Oriente incrementaran sus importaciones. Cabe destacar que el sector agroindustrial exportador dominante argentino, desde Macri para aquí exporta más y cercena el consumo interno con el aumento de precio constante.
Se siente en nuestro país que China está comprando un 6% menos en el primer bimestre. Eso no indica una crisis de la economía China. Solo bajó la demanda en nuestro país. La multilateralidad que impone el gobierno chino obliga políticamente a diversificar la comercialización. Porque así, expande y cubre más territorialidad con su demanda. Favorece de hecho, a otros países de la región. De esa manera, la cuota de importación de Argentina baja para favorecer a otras regiones.
Con estos ejemplos, el mercado agroindustrial dominante de carnes, ni aquí ni en los principales países importadores y exportadores, no parece golpeado por la crisis económica y financiera mundial. Tampoco se evidencia retrocesos en el precio internacional. Sí preocupa al sector agroindustrial dominante que pueda existir un proceso de recesión mundial y la guerra probable de monedas entre EEUU y China.
En ese sentido, en las coordenadas de la geopolítica mundial, EEUU aprovecha la «Operación Militar Especial Rusa» de autodefensa y ataca a Ucrania, como atacó a Irak económica y financieramente para robar los activos ucranianos; fundamentalmente, del campo y de la tierra. Mientras tanto, China, con su silencio milenario, sigue tejiendo la «Ruta de la Seda» con grandes incorporaciones mundiales, que ya negocian con yuan o rublos, desconociendo el dólar.
Panorama nacional de la carne

El Sistema Integrado de Gestión de Sanidad Animal (SIGSA) es el sistema informático en red desarrollado para el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), que administra el Registro de Establecimientos con Existencia de animales bajo programas sanitarios y, además, se encarga de garantizar la sanidad animal y vegetal. Según el SIGSA, la inocuidad de los alimentos y el control de importaciones y exportaciones informó por fin, como sosteníamos nosotros, que el stock bajó:
«Al 31 de diciembre de 2024, el stock ganadero totalizaba los 51,6 millones de cabezas, 1,16 millones menos (-2,23%) a la misma fecha del 2023«. El mismo informe oficial apuntó el detalle por categorías:
Vacas: en 2024 hubo 22 millones de cabezas, lo que significó una baja de 324 mil cabezas con respecto al 2023, lo que significa un 1,4% menos. Esta es una pérdida por lo menos contradictoria, ya que falta de vacas es igual a falta de terneros.
Terneros: en 2024, se calcula 14,60 millones de cabezas, la pérdida fue insignificante con respecto a los 14,68 millones encontrados en 2023.
Vaquillonas: se estima que en 2024 había en existencia en 6,9 millones de cabezas, lo que equivale a saber que se perdieron 474 mil cabezas con respecto a las 7.374.000 existentes al 2023. En porcentaje es igual a -6,4%. Potenciales madres faenadas hecho que debilita más el stock en los rodeos.
Novillos: se calcula oficialmente que en el 2024 hubo 2, 2 millones de cabezas, con una pérdida del 4%. Esto muestra una pérdida de 90.000 cabezas, en relación a 2,9 millones del 2023. Cabe destacar que los novillos sufren el tercer año de caída consecutiva. Con estos números la caída se equipará con la existencia del 2007.
Estos números muestran una realidad que nadie puede esconder o disfrazar: la exportación excesiva agrava la alimentación y la Soberanía Alimentaria de nuestro pueblo. Somos conscientes de que la situación de stock se debilita cada vez más porque se paran rompiendo el consumo interno y porque el modelo agroindustrial dominante mata nuestros montes y fauna nativa con los agrotóxicos, para diversificar la producción ganadera reemplazándola con producción de granos. Eso lo podemos constatar con la desforestación y el reemplazo de la economía primarizada, basada en granos.
Aumentan los granos, aumenta la carne
Contradictoriamente, sabemos que la suba de demanda de exportación de granos tiene también como destino la exportación. Eso logra que, al subir el precio del grano en el país, también se encarece el hotelería para vacuno. Así, se da también la suba del costo por kilo en el corral de engorde o ganado en pie. Alza en el precio que no puede absorber el frigorífico o los aliados tácticos de los matarifes, a menos que sea parte del monopolio agroindustrial dominante, que tienen cabezas de ganado y granos.
En definitiva, esta sumatoria de precios que infieren en la cadena de valor de la carne trae una consecuencia totalmente desfavorable en el bolsillo de nuestra clase y pueblo y de la producción en cooperativas o Autogestión Productiva.
Toda esta política ganadera se complementa con los planteos para el sector del presidente Javier Milei, de la implementación del Estándar Sanitario Único (ESU), que no es otra cosa que una idea difícil de concretar por el sector de las PYMES y las Cooperativas y sector en Autogestión Productiva.
¿Por qué es difícil implementar el ESU? Porque significa igualar las exigencias edilicias, higiénicas y fitosanitarias entre las plantas exportadoras y las plantas consumeras que, por cuestiones de costo, no tienen SENASA y, por consecuencia, no tienen tránsito Federal. Por eso, los controla las provincias o municipios.
Pelear para no caer en la picadora de carne
Esta situación pone hoy en peligro a todo el sector de la industria cárnica, que no abastecen un mejor alimento, garantizando la inocuidad animal y una producción limpia y sustentable. Esto, además, hará caer plantas frigoríficas provinciales, municipales, cooperativas o de la Autogestión Productiva, si no recibe subsidios o préstamos a tasa cero o baja tasa de interés y pasan a ser sujetos de crédito.
Por eso, hoy, ya sea «por prepotencia de trabajo» -como dijo Roberto Arlt- o por búsqueda de visibilización del sector, la Autogestión Productiva se prepara para la pelea. Saldremos a la calle a defender la producción autogestionada sin patrón o en alianza con los acuerdos tácticos con matarifes abastecedores y Pymes del sector, para no caer en la picadora de carne del sistema nos tenderá a destruir. Solo de nosotros depende.