Ante la avalancha de siropes y sucedáneos de miel en los lineales de las grandes cadenas de distribución europeas y la permisividad de las administraciones, apicultores españoles, franceses y portugueses están impulsando un frente común contra las importaciones masivas de miel falsa. Las importaciones fraudulentas, hasta un 46 por ciento según el informe de investigación de la Comisión Europea de marzo de 2023, han desplazado de los lineales a las mieles de calidad. Según la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos de Agricultores y Ganaderos (COAG) esta es una realidad inasumible para un sector que está apostando, cada vez más, por las producciones sostenibles y de calidad, así como por adaptarse a unos efectos del cambio climático devastadores para las abejas y para la actividad de los apicultores.

Los principales problemas que afrontan los apicultores cordobeses son, según Fernando Molero, responsable provincial de Apicultura de COAG, en primer lugar, los organismos alóctonos, esto es, que no son de estas latitudes y que son especies invasoras, como la garrapata de las abejas, que llegó en los años 80 del siglo pasado y que es prácticamente intratable. Igualmente ocurre con la avispa orientalis en Córdoba, que gusta de climas secos y que procede del norte de África, encontrando un clima favorable para su proliferación, ya que se han producido avistamientos en Trassierra y que está afectando económicamente a los apicultores de Málaga, Cádiz, Huelva y Sevilla al atacar las colmenas.

En otro orden de cosas, apunta Molero, el cambio climático también está afectando notoriamente a las colmenas. ”Yo estoy en Montoro y se llegado a medir 47,5ºC en verano, lo que provoca que las producciones sean más efímeras. Este año hemos tenido una primavera excelente, pero el año pasado llegamos a los 40ºC en mayo, lo que motivó que la floración se quemase y no hubiera flores para que las abejas produjeran miel”. Hay un tercer factor que amenaza a la apicultura y viene por parte del hombre a través de los tratamientos fitosanitarios y de las administraciones, «que utilizan productos para fumigar las cunetas que envenenan a nuestras abejas».

Jarabe, néctar, pero no es miel

La competencia extranjera, marcadamente desleal, y que apunta al lobby de la miel China como principal responsable, también supone un hándicap para los productores cordobeses que enfrentan su producto ante la oferta de los estantes de las grandes cadenas alimentarias. «Podrán vender mieles mieles premium como las de azahar, de eucalipto o de encina, pero van a ver cómo se almacena en sus anaqueles la miel de mil flores, ya que no se las compran. A esto se añade un problema para el consumidor, porque hay que tener en cuenta que China es el principal importador de miel de nuestro país, aunque no aparezca en ningún lado el nombre de China en ningún producto ofertado en un supermercado. Las grandes multinacionales ultrafiltran la miel, es decir, no tiene polen, no tiene origen botánico. No se puede saber de dónde vienen estas mieles, en el caso de que lo sean, porque, por lo general, el 90 por ciento de lo que nos entra es un tipo de jarabe en el que la abeja ni siquiera participa».

Ya existen empresas en Europa, añade Molero, “que producen este tipo de jarabe, néctar o como se llame, como por ejemplo Polonia, que ya dispone de una gran superficie que está comercializando este tipo de producto. Y hay muchos países de la propia Unión Europea que están triangulando con este tipo de miel, como Portugal, ya que hemos detectado que el país luso está vendiendo mucha cantidad de miel en comparación a otros años y es, principalmente, porque está entrando miel de origen asiático que figura como portuguesa”.

Comprar directamente al apicultor

Ante este aluvión de entrada de miel china y sus sucedáneos, el sector propone a los consumidores que la compren directamente al apicultor, porque ahí «no va a haber trampa ni cartón» porque en un supermercado va a ser más difícil detectarlo. En cuanto a las administraciones, Fernando Molero opina que deberían implantar una serie de aranceles, en el caso de que hablemos de miel. “Si estamos hablando de miel. Si hablamos de jarabes o siropes, ya ni le cuento. A Valencia está llegando de Asia miel o jarabe o néctar o como se llame, a precios irrisorios, a 1,20 el bidón cuando nuestra miel está casi a 4 euros, con lo cual no hay color a no ser que se apliquen esos aranceles. Y si los consumidores dejan de comprar este tipo de `miel´, directamente este tipo de lobbys dejarán de introducirla”. Y afirma que, ahora que está de moda el producto de kilómetro 0, le han dicho a este productor que comercialice su miel ampliando mercados, como el de Canadá. «Nosotros estamos bien como estamos. Nuestra miel se produce en Córdoba, se vende casi el 80 por ciento en Córdoba y el resto en Andalucía y algunos envíos al resto de España. No pretendo que mi miel tenga una huella de carbono gigantesca», concluye.

Carlos García Merino