La peste porcina africana (PPA) se ha extendido a más de la mitad de los países de la Unión Europea, y aunque Francia ha permanecido libre de la enfermedad hasta el momento, enfrenta un alto riesgo de introducción del virus. Las autoridades sanitarias advierten que el contagio podría llegar al país a través de productos cárnicos contaminados o por la entrada de jabalíes infectados.

Refuerzo de la vigilancia en regiones fronterizas

Por ello, y ante el reciente avance de la PPA en jabalíes en Alemania, el Ministerio de Agricultura francés ha elevado el nivel de vigilancia al 2B en los departamentos fronterizos de Bas-Rhin y Mosela, según el protocolo del sistema de salud de fauna salvaje (SAGIR). Este incremento en la vigilancia permitirá una mayor movilización de actores locales para identificar, recolectar y analizar cadáveres de jabalíes. Estas acciones ya se aplican desde enero de 2022 en los tres departamentos de la región PACA (Provenza-Alpes-Costa Azul), limítrofes con Italia, donde también se ha detectado la PPA.

El objetivo, informan desde el Gobierno francés, es detectar lo antes posible cualquier caso de PPA en la fauna silvestre para evitar su propagación y prevenir su transmisión a cerdos domésticos. Además, las autoridades han intensificado la colaboración con los cazadores para controlar la población de jabalíes en la frontera con Alemania, como se viene haciendo en la región PACA.

Campaña de sensibilización y medidas preventivas

Con el fin de anticiparse a la llegada de la PPA, en julio de este año el Ministerio de Agricultura lanzó una campaña de sensibilización que se extenderá hasta noviembre. Esta iniciativa busca informar a transportistas, viajeros, cazadores, excursionistas y trabajadores temporales sobre los riesgos de introducir la enfermedad en Francia, particularmente a través de alimentos contaminados desechados en la naturaleza y consumidos por jabalíes.

Esta campaña se suma a los esfuerzos continuos del ministerio, que realiza simulacros de gestión de crisis sanitarias en colaboración con las prefecturas. Durante el periodo 2022-2023, se han llevado a cabo más de 300 simulaciones de este tipo. Además, el gobierno estudia la posibilidad de instalar barreras físicas para limitar o contener la propagación de la enfermedad en zonas de alto riesgo.