La fuerte disminución de la presencia de la chicharrita estimula la próxima siembra tardía de maíz
Alejandro Vera, ingeniero agrónomo e investigador de la Estación Experimental Agropecuaria Obispo Colombres de Tucumán, manifestó que los resultados que arrojó el octavo y último informe de control y relevamiento de la chicharrita en las zonas maiceras de Argentina son “auspiciosos”, ya que solo se detectó la presencia de la plaga en una de las 164 localidades agrícolas relevadas.
“Este escenario es auspicioso para la producción de maíz, sobre todo porque ya transitamos la definición de los maíces tempranos y es muy alentador para las perspectivas que ofrece el cultivo para la próxima siembra de maíz tardío”, explicó Vera desde la ciudad de San Miguel de Tucumán tras evaluar los resultados que reportó el informe que proporcionó la Red Nacional de control y detección de la plaga en las zonas maiceras de Argentina.
“Vemos que todo lo que es la zona granera por excelencia en la zona núcleo, que incluye a Buenos Aires, Santa Fe y centro y norte de la provincia de Córdoba, contamos allí desde principios de octubre pasado con valores de ausencia de la plaga en el 95% de los lotes relevados. Esto se registra incluso en zonas de maíz temprano, donde las plantas se encuentran en etapa reproductiva y ya transitaron esa etapa crítica sin detectarse la enfermedad. Allí se relevó un total de 164 localidades, donde el 163 de los casos dio cero presencias de chicharrita”, explicó Vera sobre los resultados que arrojó el informe.
Para el especialista, esta situación resulta “muy alentadora para el desarrollo del próximo cultivo de maíz tardío” que comenzaría a sembrarse en breve.
“Estamos a menos de 20 días en el NOA y NEA para que se desencadene la siembra de maíz tardía. Allí la ventana de cobertura ronda el 20 de diciembre y quizás se puede estirar mucho hasta el 15 de enero. Había muchos productores que no querían hacer maíz y hoy lo están reconsiderando. Pero han cambiado el chip. Ahora empezamos a ver a productores que comienzan a ver al maíz como una alternativa”, manifestó Vera.
En el norte argentino
El especialista agrícola explicó además que “en lo que respecta a zonas que se la califican como endémicas, como son el Noroeste y el Noreste argentino, vemos un patrón de algunos focos puntuales detectables. Cuando los comenzamos a evaluar, estos corresponden a una condición agroecológica o climática que hizo que pudiera sobrevivir la chicharrita pero siempre en valores muy inferiores a la campaña pasada”.
Por ello, Vera comentó que en la Argentina “la predominancia que ofrecen los últimos informes refieren a que se registran bajos valores de presencia de chicharrita. Incluso en la zona del NOA más del 72%, sobre un total de 80 relevadas, dieron cero. Y solo hay dos localidades que en la zona de Tucumán asustan, ya que allí se detectaron más de cinco chicharritas por planta. Pero esta corresponde a zona de pedemonte. Lo auspicio es que corresponden a lugares muy puntuales”.
Estimó que “en estos lugares si se le hace algún manejo o control vamos a seguir manteniendo esa baja influencia de la plaga. En el NEA, Formosa es un punto que es muy caliente, con un incremento registrado en una sola localidad, y también en Corrientes, puntualmente en Mercedes e Ituzaingó, donde se registran ocho o nueve chicharritas”.
Baja presencia de la plaga a nivel país
Vera aseguró que “en el historial evaluado a nivel país, cuando lo comparamos con el año pasado, sabemos que estamos en una situación diametralmente opuesta. Las heladas fueron un aliado para frenar la plaga y que de alguna manera modularon la dinámica de la población de la chicharrita. También el productor y técnico tienen hoy mucho más conocimiento: el control de los maíces guachos fue el golpe de gracia para registrar hoy ausencia de la plaga”.
Este tipo de cuestiones, va a permitir que el productor evalúe en los próximos veinte días para concretar su inversión o no en favor de un próximo cultivo del maíz. Vera consideró que la situación positiva que reportan los informes, con falta de presencia de la chicharrita, que es vector que transmite la enfermedad que achaparra al maíz, podría apuntalar siembras tardías que deberían concretarse en el norte argentino.