La granja de insectos de Salamanca, en el punto de mira de los animalistas: “Pueden sentir dolor”
La empresa Tebrio colocó la primera piedra de la que será la granja de insectos más grande del mundo en una ceremonia simbólica celebrada hace apenas unas semanas. La nueva planta tendrá una producción anual de 100.000 toneladas de Tenebrio molitor, o gusano de la harina, destinado principalmente a la fabricación de pienso para animales y fertilizante. Sin embargo, el grupo ecologista con más influencia en la Unión Europea, Eurogroup for Animals, se ha puesto en contacto con Libre Mercado para expresar sus reticencias sobre este proyecto, especialmente en lo relativo al bienestar animal de los insectos.
“Cada vez hay más pruebas que indican que los insectos pueden sentir dolor y tener necesidades de bienestar”, señalan desde Eurogroup for Animals, aunque también reconocen que no existe un consenso científico en este sentido. En cualquier caso, además de reclamar una mayor investigación para determinar cómo de sintientes son los seres invertebrados, el grupo animalista pide “implementar medidas para garantizar el bienestar y las necesidades básicas de comportamiento de los insectos de granja”, al igual que se hace con las vacas, los cerdos o las gallinas.
“En las granjas de insectos, las preocupaciones sobre el bienestar animal suelen desestimarse. Los productores suelen afirmar que todos los insectos prosperan en altas densidades, que el canibalismo no es un problema o que la muerte por sacrificio es indolora. Todo esto está lejos de demostrarse y muchos estudios sugieren lo contrario”, señalan desde el grupo animalista, e insisten: “No se aplican normas integrales sobre el bienestar de los insectos a nivel europeo o nacional, algo que resulta alarmante teniendo en cuenta la cantidad de insectos que se crían actualmente.”
En este sentido, la CEO de Tebrio, Adriana Casillas, señaló hace días a Libre Mercado que “lo preocupante es que estos animalistas entiendan que la cría de insectos es igual que la cría de cerdos o gallinas”. Y añadió: “Entiendo a los animalistas, pero un gusano no necesita tres hectáreas para ser feliz, sino estar muy juntito con otros para sobrevivir”. Casillas también insistió en que el “conocimiento científico” es lo que debe guiar las decisiones sobre bienestar animal y no “las opiniones de grupos marketinianos”.Fabricación de pienso y fertilizante
Más allá del bienestar animal, Eurogroup for Animals está preocupado por otros aspectos de la cría de insectos y de la nueva granja de Tebrio, en concreto, que “los impactos ambientales son mayores de lo que se sugiere, en particular cuando se utilizan proteínas de insectos para sustituir la soja, la harina de pescado o la comida para mascotas”.
Sobre esto, Tebrio ha señalado que “la cría y transformación del Tenebrio molitor no implica contaminación del aire ni del suelo, ya que se trata de un insecto que no emite metano, amoniaco u otros compuestos químicos” y, sobre la nueva planta en Salamanca, “se alimentará de fuentes renovables y triplicará su actual porcentaje de autosuficiencia energética por el uso de paneles solares”.
Además del pienso para animales, la fabricación de fertilizante orgánico (oFrass) es una de las vías de negocio más interesantes para las granjas como Tebrio. Este tipo de fertilizante fabricado con los excrementos del gusano está catalogado como ecológico y muchos agricultores lo demandan debido a las restricciones impuestas por la Unión Europea hacia los fertilizantes químicos.
Sin embargo, Eurogroup for Animals afirma que “los beneficios de los excrementos de insectos aún son inciertos, ya que estudios recientes muestran que podrían obstaculizar el crecimiento de los cultivos y presentar riesgos para la salud si se incluyen productos desperdiciados en las dietas de los insectos”.
¿Quién es Eurogroup for Animals?
La iniciativa liderada por Eurogroup for Animals para que las granjas de insectos estén sometidas a normativas de bienestar animal a nivel europeo no debe tomarse a la ligera. Estamos hablando del grupo animalista más influyente de la Unión Europea. Son los que lideran la propuesta de iniciativas ciudadanas relativas al bienestar animal que se debaten en el Europarlamento.
Si existen dudas sobre su grado de influencia, sólo hay que echar un ojo a los grandes éxitos de su agenda ideológica: promovieron la “convivencia con grandes carnívoros”, lo que acabó en la protección del lobo; exigieron la prohibición de animales de circo y el listado positivo, algo que en España se cumplió a pies juntillas con la ley de Bienestar Animal; también exigieron el fin de las jaulas en la ganadería, que ya está afectando al sector avícola.