Los aranceles de la Sección 301, que fueron ampliados en mayo por la administración Biden, han causado un daño indebido a las exportaciones agrícolas estadounidenses, incluidas las exportaciones de carne, afirmó el Instituto de la Carne.

Implementada originalmente en 2018, la Sección 301 llevó a China a introducir sus propios aranceles, que representaron el 95% de las pérdidas de exportaciones agrícolas en 2019, por un total de 25.700 millones de dólares, según el Meat Institute.

El grupo agregó que, actualmente, las exportaciones de carne de cerdo estadounidense a China enfrentan un arancel de represalia del 25% además de la tasa de nación más favorecida (NMF) del 8%, creando una desventaja significativa para la industria porcina estadounidense en comparación con otros proveedores de carne de cerdo de China. .

“Un ejercicio de represalias en la escalada arancelaria no hace que las cadenas de suministro estadounidenses o sectores económicos clave, como la agricultura, sean más seguros o resilientes”, dijo Julie Anna Potts, presidenta y directora ejecutiva del Meat Institute, en los comentarios del grupo. “En cambio, una política de este tipo aumenta los costos para los consumidores, los importadores y los exportadores, limita la capacidad de las pequeñas y medianas empresas para crecer y competir en el mercado global y es antitética a la búsqueda por parte de la administración de una agenda comercial centrada en los trabajadores”.

El Meat Institute señaló que, si bien el Acuerdo de Fase Uno con China ha simplificado el proceso de registro para las instalaciones de exportación de carne y aves de corral de Estados Unidos, no ha sido una solución definitiva. Durante más de la mitad de 2023, China no actualizó la lista de establecimientos estadounidenses aprobados ni procesó revisiones administrativas de la lista, lo que incumplió los principios básicos del Acuerdo de Fase Uno.

Siguen existiendo barreras adicionales al comercio, entre ellas el requisito de China de que las importaciones de carne de cerdo de EE. UU. estén acompañadas de certificados de análisis libres de ractopamina, la política de tolerancia cero de China respecto de los patógenos en la superficie de las importaciones de carne de cerdo y de vacuno cruda, y la prohibición de China del uso de agonistas beta aprobados por el Codex y la FDA.

El Instituto de la Carne cree que restaurar el liderazgo estadounidense en el comercio internacional a través de acuerdos comerciales integrales sería una estrategia eficaz en lugar de las regulaciones de la Sección 301 del USTR.

“Las iniciativas de diversificación del mercado, junto con la competencia estratégica con China, impulsarán a todos los sectores de la economía estadounidense sin exacerbar las tensiones ni las dificultades económicas existentes”, dijo Potts.