El 17 de octubre pasado, mediante la resolución 71, publicada en el Boletín Oficial la Secretaría de Agricultura, que conduce Sergio Iraeta, se abrió la puerta al nuevo sistema que reemplazará a la trazabilidad analógica por la electrónica. Comenzando el 1° de marzo próximo, para el 1° de julio de 2016 todo el rodeo tendrá que estar con este sistema. El costo hasta ese momento será solventado por el Estado, quien para ello recurrió a un crédito del Banco Mundial y dividió el país en 11 regiones para la cobertura de la licitación. Representaría, según distintos cálculos, unos US$20 millones para todo el sistema en esta etapa.

En rigor, estas regiones o lotes, como figura en la información oficial, son las siguientes con sus respectivas cantidades de dispositivos: Buenos Aires Sur sin Patagones, lote 1 con 4,28 millones de dispositivos; Buenos Aires Norte, lote 2 con 4,050 millones de dispositivos; Santa Fe, lote 3 con 2,55 millones de dispositivos; Entre Ríos, lote 4 con 2,325 millones; Córdoba, lote 5 con 1,845 millones y La Pampa, lote 6 con 1,425 millones de dispositivos. Después en lote 7 están Corrientes y Misiones con 1,775 millones de dispositivos; lote 8, Chaco y Formosa, con 1,945 millones de dispositivos; lote 9, San Luis y Mendoza con 1,145 millones de dispositivos; lote 10, Salta, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, Tucumán, San Juan y Jujuy, con 1,34 millones de dispositivos y lote 11, Río Negro, Patagones (Buenos Aires), Chubut, Neuquén, Santa Cruz y Tierra del Fuego con 870.000 dispositivos. Todo esto hace a un total de 23,55 millones de dispositivos para esta etapa. En tanto, para el denominado lote 12, que son los bastones de lectura, se contempla la compra de 800 dispositivos.

En lo operativo, hasta que el 100% del rodeo no esté chipeado coexistirán los sistemas electrónico y visual. Habrá dos caravanas: una botón electrónica con chip en la oreja derecha y otra caravana tarjeta de lectura visual en la izquierda. Convivirán la lectura electrónica para ser leída por bastones lectores y la visual a simple vista.

En este contexto, según surge de la información disponible, que es pública, los oferentes presentados en el marco de la licitación son, según se trate de la caravana o el bastón de lectura, Vesta SA, Carreteles Rafaela SA, Villanueva SA, la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) y Queclink Wireless Solutions Co.Ltda [esta última de origen chino y ligada a soluciones tecnológicas], el Consorcio Datamars [con orígenes en Suiza] y Lecvet SRL, especializada en identificación visual y electrónica de animales.

De todas las empresa oferentes, Datamars es la compañía que ofrece el precio más bajo por dispositivo. Presentó una oferta con 0,88 centavos de dólar para las regiones/lotes de 1 a 9. Y 91 centavos de dólar para las regiones/lotes 10 y 11.

Según las regiones para las que se ofreció, de 2 a 11, Carreteles Rafaela SA hizo ofertas por las caravanas de 0,92 centavos de dólar a 1,30 dólares como máximo. Villanueva, en tanto, está en un rango, para las regiones de 1 a 11, de 0,9498 centavos de dólar a 1,3798 dólares. ACA- Queclink van, para las regiones 3, 5, 7 y 9, de 1,12 dólares por dispositivo a 1,30 dólares. Lecvet SRL hizo una presentación a 1,6o dólares para la región 1.

De Vesta no se observa presentación para los dispositivos, pero sí para los bastones a US$529 cada uno. En este sentido, para los bastones Carreteles Rafaela se presentó por 375 dólares, ACA-Queclink por US$557,5 y Datamars por US$390.

El gobierno nacional apuesta a la implementación de este sistema para abrir nuevos mercados para la carne vacuna como Japón. Hoy a ese destino solo se puede vender carne de la Patagonia, que es libre de aftosa sin vacunación. El gobierno japonés, trascendió, considera clave el sistema para asegurar la trazabilidad de manera electrónica de cada animal. El sistema ha cosechado elogios y críticas. Quienes lo apoyan en el agro destacan justamente que se trata de un salto para apuntar a más exportaciones. En tanto, hay reparos de quienes consideran que no debería ser obligatorio, sino optativo.

Por Fernando Bertello